16 de septiembre de 2012

Movimiento gastronómico burgalés 10. Sumilleres, bodegas y vinos. Rincón de España 9 06 2012


La gastronomía burgalesa tiene su punto más fuerte (junto al lechazo) en el vino de Ribera del Duero. Es un vino ya consolidado entre las mejores referencias internacionales y ha superado, probablemente, al rioja en prestigio dentro de los españoles.



Por supuesto los visitantes quieren probar vino de la tierra y casi todos saben que en esta tierra manda el Ribera. También los vinos de Arlanza tienen su espacio aunque a mucha distancia aún. Los burgaleses sabemos que un ribera es un buen vino casi en todas las ocasiones y acompañando a casi cualquier plato. No sólo lo sabemos sino que es “tendencia” pedirlos.


Junto al conocimiento de los vinos, la atención en la sala está siendo mejorada día a día en nuestros restaurantes. Tenemos grandes sumilleres trabajando en Burgos y tenemos personas de especial importancia en el mundo del vino como Paco Berciano que pueden proponer nuevas ideas, sorpresas y referencias ilusionantes. Por supuesto dichas referencias son de cualquier parte del mundo; desde vinos australianos o de Borgoña a vinos de Roa o Villalmanzo.



Un grupo de magníficos sumilleres burgaleses, y yo, cenamos en el Rincón de España bajo la dirección artística-enológica de Fernando Mayoral, sumiller de amplia inquietud. La cena tenía que ver con la explicación de la propia historia de Burgos a través de platos y de vinos que lo acompañaban. Últimamente estamos acostumbrados a un mundo de respuestas simples y soluciones cortas que entienden que las personas no necesitamos hacer esfuerzos mentales; ya hay listos que piensan en nuestro bien.



Pues bien, la propuesta de Fernando Mayoral, coordinado con Ignacio Recio, el cocinero de la casa, tuvo un alto y complejo nivel poético. Nos metió en el mundo de los aromas que constituyen la raíz de los sabores que percibimos. Fuimos probando platos y vinos y de manera intuitiva descubriendo algunas de las ideas que nos proponía. Esa sensación de descifrar lo oculto y difícil satisface tanto que se llega a tocar la felicidad.


Este juego del que disfrutamos es la gastronomía. Hay gastronomía de verso libre y sonetos, hay gastronomía de poetas sin gracias y largas novelas etéreas. Pero para que sea “literatura” se necesitará contar con el vino y sus sensaciones, con los que nos los proponen y con las ganas de jugar y querer ser felices en el intento.


*Si queréis conocer los vinos que probamos, os dejo esta foto para que veáis las etiquetas :).
*Si queréis conocer el trabajo sobre vinos de Fernando Mayoral:  www.terroaristas.com

… seguimos

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